Años atrás reclamaba, me quejaba, me enojaba, me entristecía y hasta me deprimía porque frecuentemente en un boliche donde había 3 grupos de amigos y solamente podían ingresar 2, mi grupo de amigos era el que se quedaba afuera.
Quizás por feos, por pinta de buscas, por ser pocos famosos o solamente porque el patova me veía colorado y con cara de idiota. Todos mis amigos debían pagar el precio de tener un amigo rojo, como yo, distinto a todos y encima con cara de idiota.
Hoy día, creo que la situación es aún más conmovedora. Ahora entro a todos los boliches e incluso no me piden más documentos (aparentemente no le piden a nadie más). La cara de gente mayor, muuuuy mayor, o piensan que ahora tenemos más dinero que antes, o seguramente la barba, algunas patas de gallo y ciertos dolores musculares denotan que no es solo la cara lo que tenemos de mayor.
Más allá de esto, no es el ingresar lo que me molesta, ni siquiera quiero expresar mi desagrado ante los patovas por no hacerme ingresar cuando era menor, que se hacen los grosos, que tienen voz gruesa pero que seguramente son todos viagreros.
Lo que me molestan de una manera impresionante son los arquitectos. Que el lugar donde vos debes ir a bailar no tienen rampas para muchachos con problemas motrices no es novedad, que no tengan varias salidas de emergencia tampoco es algo nuevo. Que los hagan sin techo en la gran mayoría de los casos no es algo que me afecte (ahora tengo novia y no tengo necesidad de salir siempre). Pero me rompe considerablemente los huevos que los mijitorios tengan una altura terrible. Vos tenes que sacarte el cinto, desprender el pantalón, bajar el cierre, bajar el boxer y encima promover al sinhueso que tenga que orinar en un lugar al que por centímetros (varios) no llega y eso hace que te mees todo, que ensucies el baño, y que no tengas más ganas de tomar.
CONCLUSIÓN: Si quiere que la gente tome, al menos háganle mijitorios cómodos, cosa de que uno quiera escabiar. Si no puede mear no quiere chupetear más.